

Esto se refleja en una obra en la que se percibe la dialéctica antes mencionada: manos y brazos como desmembrados, desproporcionados, que anhelan salir , llegar o subir a otro "sitio". Trozos de papel de contornos dentados o rasgados, rotos , que buscan recuperar la integridad. Plumas que caen, que ya no sirven. Asímismo mi cuerpo se muestra en fragmentos, a veces descoloridos intencionadamente, en una extrapolación de la búsqueda de la redefinición y la unión del ser.
En yuxtaposición a esta desubicación, inestabilidad y fragmentación, y en su polo opuesto, se muestran polígonos blancos y puros , el lenguaje universal de un orden creador , infinito e incansable ; muchas líneas ordenadas , en tramas multicolores y luminosas. Mariposas ,bellas y delicadas , células y cigotos, promesa de vida,... libélulas , tan etéreas que rozan lo inmaterial y manos que vuelan. Y un cuerpo lleno de vida, aunque desmembrado, que se mueve, que busca, que se agita.